---"Para qué voy a preocuparme por eso, si yo sólo no voy a hacer nada". Esta es la jugada maestra, una trampa que masacra a millones de personas todos los días, la excusa perfecta para poder disfrutar de una vida individualista y basada en el culto a lo superficial. No es que hayamos perdido la conciencia social o que nos hayamos convertido en "monstruos sin corazón", simplemente somos víctimas de la sociedad del bienestar.
---Toda nuestra existencia está marcada por el individualismo. Estudiamos para nosotros, trabajamos para nuestro beneficio y vivimos en la búsqueda continua del reconocimiento a nuestra labor.
---Lo peor de esta forma de vida no es que no hagamos nada; sino que,no contentos con ello, racionalizamos nuestra pasividad, convenciéndonos a nosotros mismos de que no ayudamos o simplemente no nos interesamos debido esa idea universal y destructiva del carpe diem. El poderoso atractivo de este paradigma nos ha hecho omitir todo aquello relacionado con el "ayudar", "compartir", "protestar", etc... obligándonos a mirar a otro lado y a continuar como si no existiera otro universo a parte del que hemos erigido alrededor de nuestro ombligo.
---He de confesaros que mi mayor miedo es que, el día de mañana, cuando haya llegado el momento de dejar este mundo, mire hacia atrás en el tiempo y me arrepienta de no haber hecho lo que esté en mi mano para cambiar algo, de haber sido una pieza más del engranaje que ha convertido a la humanidad en una miserable tarta amorfa, en la que nosotros somos la guinda que sobresale por encima de un relleno de muerte y sufrimiento.
El Denunciante
1 comentario:
A veces, en mi tiempo de ocio, me pongo a procurar por lectura de calidad. He visto aquí, un buen texto, lleno de calidad.
Soy brasileño, escribo de lejos, pero aunque esté lejos, tengo que parabenizarte.
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