Citas:

"El hombre suele ser un dios cuando sueña y un mendigo cuando despierta" (DOLDERLIN)

sábado, 5 de abril de 2008

El NEGOCIO de la BARBARIE

-----Afirman los principales analistas de la situación mundial (Petras, Chomsky, Galbraith,...) que hay dos negocios que proporcionan una fortuna muy superior a cualquier otro negocio en la humanidad, por muy rentable que éste sea o nos lo parezca. Estos dos negocios clave de la economía mundial y pilares de la ordenación sociopolítica del mundo son el Hambre y la Guerra.

-----El Hambre, no concebida como una población excesiva para nuestro pequeño planeta. Un simple cálculo matemático nos descubriría que toda la población mundial (6.000 millones) podría alojarse, tan solo en la superficie de Andalucía, disponiendo cada uno de 1.5 metros cuadrados. Así que de exceso de población nada de nada. Tampoco concebida como la falta de alimentos o recursos, sino como la injusta distribución de unos recursos sobreabundantes, unos recursos como nunca antes habían existido.

-----Calculan nuestros economistas que nuestro mundo puede alimentar actualmente a una población como mínimo de 12.000 millones de habitantes. Y la ley de los vasos comunicantes aquí se cumple con exactitud: si sólo somos 6.000 millones y 4.000 millones pertenecen a los empobrecidos, eso quiere decir que los otros 2.000 millones poseen 6 veces más de lo que necesitan según los estudios menos favorables. Es decir que lo que está claro que les falta a muchos, debería estar igual de claro que nos lo llevamos otros, no individualmente, sino organizadamente, a través de nuestros Estados y corporaciones, que deciden cuáles serán los países enriquecidos y cuáles los empobrecidos. Y sostengo que empobrecidos y no pobres, porque la mayor parte de los territorios del hambre son inmensamente ricos en recursos naturales y alimentos, pero toda esa riqueza les es arrebatada y traída, por unos sangrientos vasos comunicantes, a los territorios enriquecidos.

-----Y la Guerra, concebida como un subproducto necesario del hambre. La una no podría subsistir sin la otra y viceversa. Son dos patas de un mismo banco. Porque no hay nada más absurdo hoy que el hambre, o más bien que suponer que el hambre es irremediable e inevitable: todos los años quemando millones de toneladas de cereales y tirando por las alcantarillas millones de litros de leche o de aceite para que suban los precios y el mercado no se resienta. Todos los años matando miles de cabezas de ganado y pagando a los ganaderos de los países del Norte para que reduzcan su cabaña. Y, al mismo tiempo, ¡Al mismo tiempo!, todos los años muriendo de hambre y de sus secuelas más de 50 millones de personas. Salimos a un muerto por segundo, y la mitad de ellos niños.

-----Este absurdo no puede sostenerse con razonamientos, es imposible racionalizar las mentiras evidentes. Pero el hambre se sostiene, y sólo puede sostenerse porque hay una guerra que la sostiene, una guerra mundial, tan mundial como la primera y la segunda, pero que sólo afecta a los empobrecidos, que sólo a ellos somete. Y que, en lugar de estar unificada, lo cual sería muy peligroso para mantener el desorden mundial, está dividida, fraccionada en más de 73 conflictos abiertos, de manera que mientras se sigan matando hermanos contra hermanos, el imperialismo del Norte pueda seguir exprimiendo la maltrecha ubre del Sur y pueda seguir bebiendo de la sangre de sus múltiples heridas abiertas.


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